Para mí, la vida funciona como un proyector que muestra una película. Cambiar lo que se está viendo es imposible si lo hacemos desde la pared, que es lo que a veces queremos hacer, cambiando de escenarios (pareja, trabajo, amigos, país…). Realmente el movimiento ocurre desde adentro, cuando se gestiona la herida, el miedo, la creencia… que son los reales proyectores de la realidad. 

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En cada sesión de 90 minutos, vamos a conversar de unas palabras que tengo preparadas para ti, a las que yo llamo “las palabras mágicas” que son las que nos dan el norte de lo que vamos a trabajar, y nos guían a encontrar los proyectores para desde ahí tomar acción. Así, vamos a usar el tiempo en trabajar en lo realmente importante y en cada encuentro vas a tener un avance real. 

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Al finalizar, te envío un resumen de lo que conversamos y los ejercicios para que desde acciones tangibles puedas cambiar tu vida. Porque muy chévere conversar, pero realmente ¡la vida se cambia haciendo!